ANTEQUERA, CIUDAD SOLIDARIA CON EL ALZHEIMER


                                                                                                                                         
Tras la presentación de la solicitud formal de declaración de Antequera como "Ciudad Solidaria con el Alzheimer" el pasado día 2 de octubre de 2012, el Excelentísimo Ayuntamiento pasó a incluir como punto 14 en el Orden del Día del Pleno Ordinario del mes de octubre una "Moción conjunta de los grupos políticos municipales  de apoyo a la declaración de Antequera como Ciudad Solidaria con el Alzheimer". 
Hoy, día 22 de octubre de 2012, el Pleno ha aprobado hoy por unanimidad la declaración de nuestra ciudad como tal. Desde hoy, Antequera pasa a formar parte de la red de ciudades españolas solidarias con el Alzheimer. Es, junto a Málaga capital, la ciudad solidaria con el Alzheimer de nuestra provincia hasta la fecha. 
De esta manera, la ciudad de Antequera manifiesta su apoyo a la creación de una Política de Estado de Alzheimer, basada en los siguientes criterios:

- Centrada en la persona afectada: la Política ha de tener como eje central a la persona afectada y a sus cuidadores. Los afectados son las personas que sufren y quienes deben ser objetos de atención y, de la misma manera, inspirar todos los pasos  que hayan de darse para mejorar su calidad de vida. Es prioritario no sólo conocer, sino analizar cuáles son las principales necesidades de la persona afectada, saber qué es lo que necesita, las dificultades a afrontar, etc. De esta manera se podrá definir un marco de apoyo efectivo y eficaz  adaptado a las situaciones a corregir.

- Todos los actores implicados: la Política ha de contar con todos los actores implicados en la enfermedad, teniéndose en cuenta el conocimiento, experiencia y saber de todos ellos. Debe configurarse un marco de relación y sinergias de carácter multidisciplinar que permita apuntar hacia las necesidades de la persona afectada y el "saber cómo" generado por las diversas disciplinas del saber, tanto públicas como privadas, siempre teniendo en cuenta que todos los esfuerzos han de centrarse en la persona afectada y no en los límites establecidos por cada una de las disciplinas intervinientes. 

- Integradora: la Política ha de dar respuesta a todas las necesidades de la persona afectada contemplando, en consecuencia, todas las áreas o ámbitos que le son de influencia. Además es fundamental contemplar al resto de la sociedad como punto de atención, no tanto a modo preventivo de la enfermedad, sino como una vía de concienciación a la población ante un problema del que nadie está libre.

- Dimensión socio-sanitaria: la Política ha de sustentarse en una dimensión socio-sanitaria propia de esta enfermedad y de las demencias afines. En el ámbito del Alzheimer, ambas dimensiones cobran una importancia fundamental, con el mismo peso e importancia, sin prevalecer una sobre otra. Por ello es fundamental que la Política contemple ambas esferas con similar intensidad.

Para una definición adecuada de la Política de Estado de Alzheimer se debe contar con la participación e implicación de los principales actores implicados directa e indirectamente con su abordaje. En particular, las partes intervinientes han de ser: 

- Gobierno: en tanto que garante de los derechos de los ciudadanos en general y de las personas afectadas por la enfermedad de Alzheimer y otras demencias en particular, el Gobierno ha de adoptar un papel activo de catalizador de todos los esfuerzos que se produzcan en el marco no sólo de la definición, sino, sobre todo, del posterior lanzamiento y mantenimiento de la Política. Dado el carácter global del problema a abordar, la implicación del Gobierno no ha de delimitarse al Ministerio competente con la enfermedad, sino que, aún siendo éste quien haya de liderar los procesos, el resto de Departamentos deberán participar adoptando las medidas que les competan para favorecer su contribución activa por la Política. Por otro lado, la misma disposición de cooperación que debe prevalecer en el Gobierno podrá ser exigida a las Administraciones Autonómicas, y ello no sólo por el carácter descentralizado del Estado, sino para garantizar la equidad territorial en la aplicación futura de la Política. En este sentido, y a través de la fórmula que se adopte de coordinación, el abordaje o tratamiento del Alzheimer y de otras demencias deberá ser considerado también como un elemento transversal de las políticas autonómicas que afecta a todos los Departamentos de cada Comunidad Autónoma. 

- Personas afectadas por la enfermedad: la implicación de quienes se ven afectados por la enfermedad de Alzheimer y otras demencias afines en la concepción primero y ejecución después de la Política es un aspecto cuya importancia escapa a cualquier consideración y que viene a garantizar el enfoque endógeno, ascendente y efectivo de la propia Política. Además, si se tienen en cuenta que ésta ha de centrarse en la persona afectada, la contribución del afectado no sólo queda fuera de toda duda, sino que genera el más importante de los valores añadidos: el conocimiento real de la situación sobre la que hay que incidir y sobre las necesidades concretas y reales que la estrategia ha de tratar de superar.

- Sociedades científicas: las sociedades científicas vinculadas a esta enfermedad deberán desempeñar un papel activo, alimentando la dimensión sanitaria que genera el Alzheimer y otras demencias. 


En conclusión, la Política de Estado de Alzheimer ha de obedecer al siguiente mapa, en el que el afectado es el centro de atención y el resto de elementos giran a su alrededor para potenciar al máximo la calidad de vida tanto de la persona aquejada como de sus familiares y cuidadores: 







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